Se veía venir que el capítulo iba a
ser solo del cementerio, porque la verdad es que todo lo que pasa fuera es una
tontería como una catedral.
Marcel intenta salvar a Rebecah y todo el rato se da con un canto en
los dientes, primero por Davinia y luego por la bruja del pasado, así que
no sabe que hacer exactamente.
Elijah
y Klaus se enfrascan en una conversación muy larga sobre que hacer con su hermana, uno la quiere muerta y
el otro viva, todo es culpa de la traición de Rebecah, pero si nos ponemos un poco en la piel de Klaus, realmente es muy fuerte que tu
propia hermana te traicione de esa manera, pero también es muy heavy esa
obsesión que tenia Klaus por su hermana, pues no le dejaba hacer nada si a él
no le parecía bien, por lo que sintiéndolo mucho, tener que estar pendiendo de
no hacer algo mal para que no se enfaden contigo, es muy maltratador.
Elijah intenta protegerlos a los dos y
acaba con el cuchillo de Papa Tunda en su cuerpo. Rebecah después de decir que deseaba su muerte y retractarse, acaba
confesando que tal vez si deseaba su muerte de verdad, así que Klaus le acaba
clavando la estaca, pero no en el corazón, en la barriga.
Klaus
perdona la vida de Rebecah y la deja marcharse libre, pero sabe perfectamente que lo hará sola,
porque Elijah se quedará por su hermano y Marcel se quedará para recuperar lo
que es suyo.
Hablando de Marcel, le hace una especie de emboscada a Klaus para enfrentarse
con él, pero el original está tan deprimido que pasa de él, cosa que no hace Elijah y arremete contra el moreno
dejando las cosas claras, muy chulito.
Rebecah
es libre, pero según dicen aparecerá esporádicamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario