Después de mucho tiempo sin noticias de esta serie por el blog, vamos a dar un repaso a los capítulos que nos faltarón para dar el brochazo final a la segunda temporada. La verdad es que es cuando mejor se pone la serie... que ya es decir mucho.
2x11: Aquí nadie se aclara a la hora de cargarse o no al chaval que tienen como rehén. Puesto que las cosas pintan muy mal para él, Dale decide abogar un poquito por él y buscar el sentimentalismo en el grupo para evitar que lo ejecuten. Por fin, todo el grupo da muestras de sentido común y deciden eliminar la amenaza en potencia que supone el chaval (que me da un ascazo que lo flipas). Dale, como no, se hace el penas y pone sus famosas caras de indignación. Pocos le apoyan, pero es que se lo merece, en serio, con lo pesado que es. Total que se larga y a mitad de camino es atacado por un zombie que, oh sorpresa sorpresa, el hijo del protagonista provoca y (se entiende) guía hacia el campamento. En resumen, todo es culpa del chavalín. Pero tranquilos, una cosa buena pasa: Dale muere. Toda muerte es bien recibida en Walking Dead, ya que odio a todos y cada uno de los protagonistas. Cuantos menos queden, mejor.
Con un pesado menos en el grupo, encabeza la lista de asquerosos el niño pequeño con Lory, seguidos muy de cerca por la rubia veleta. Veleta porque unas veces es la cosa más inútil que pisa la faz de la tierra, y otras hace headshots mientras moja churros en chocolate. Por desgracia para mí, no creo que estén muy dispuestos a cepillarse a estos personajes (al menos a los dos primeros), así que solo puedo rezar muy fuertemente para que pronto, muy pronto, le metan un buen tiro a la rubia en la cabeza. Si fuera por mí, mataría a Lory yo mismo golpeándola con su propio hijo.
2x12: Al final todos se rajan ya que Dale ha muerto tontamente, y deciden no matar al rehén. Muy lógico. El caso es que Shane, que es el único con dos dedos de frente, decide tomar la delantera y cargárselo de una vez por todas... el problema es que, además de esto, intenta ir un poco más lejos. Su plan consiste en llevarse al imbécil aquel al bosque, machacarle hasta la muerte, y luego volver y decir que se le ha escapado y le ha atacado. La gracia está en que el propio Shane se parte la nariz para simular esto mismo. Muy guay todo esto, en serio. Me ha gustado.
Shane y Rick se van en busca del amiguete, pero Shane tiene un objetivo muy diferente. Alejar todo lo posible a Rick para meterle un tiro en la cabeza. Las cosas no le salen muy bien y Rick acaba acuchillándolo, ya que se olía todo el pastel. Y todo esto, por culpa de Lory, que ya ves tú, que no vale ni cuatro duros, pero bueno. Lo cierto es que esta última escena en el prado es lo mejor de la temporada (yo diría de la serie). Tras este momento emotivo, el hijo de Rick ve a su padre acuchillando a Shane, pero como acto seguido Shane se levanta Zombie, no se cuestiona nada. ¿Sabéis que es lo mejor? El niño dispara a Shane y mil caminantes se dirigen a la granja atraídos por los disparos del imbécil este, que ahora le ha dado por emular a Charlton Heston haciéndose socio honorario de la asociación del rifle.
Dios, cuantas ganas tengo de que los caminantes desollen vivo al chaval. Por favor, guionistas, dadnos una alegría. Solo una.
Próximo post, final de temporada chicos, no os lo perdáis.
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