Echando la vista atrás.
Esta vez toca una de las míticas de todos los tiempos. “V”.
Esta es la típica serie que no hay que explicarla, absolutamente todo el mundo que haya vivido en este planeta durante los últimos 30 años se acuerda de estos extraterrestres lagartos, así que, qué cuento yo que no se sepa pues, tiremos de memoria.
Me imagino que la escena que tenemos todo ahora mismo en la mente es aquella en la que Mike Donovan, que se ha colado en la nave nodriza, escondido entre el respiradero, intentando averiguar que es lo que esconden estos extraterrestres, porque sospecha algo de sus intenciones pero no sabe el qué.
Pues pronto lo va a descubrir, nada menos, se va a encontrar de lleno a la comandante Diana comiéndose una rata viva!!!! Ahí, alucinamos todos!!! Ohh Dios mio!!! No son humanos! Son lagartos!! Y como harán para hacernos ver que se comen las ratas sin comérselas, porque lo que yo veía es que se las comían, pero, ¿dónde tendría yo los ojos?? Ayyyy Bendita infancia, cuánta inocencia. Otra escenaza es el nacimiento de la niña de estrellas, fruto de la relación entre un lagarto y una humano, todos la querían, claro, normal, como tenía poderes.
La pequeña Elisabeth pronto se hace mayor, quizás tarda unos meses de pasar de bebé a adulto y se enamora de un hijo de papá o como se hacen llamar ahora un “antisistema”. Curiosamente, el padre de éste (humano, claro está) colabora con los extraterrestres para la destrucción de la Tierra, el hijo intenta salvarla pero, claro, después a la hora de heredar la tajada, ¿renunciará? Y los rastafaris de ahora, ¿heredarán las prejubilaciones e indemnizaciones de papá?? Por cierto, que intentaron algo parecido en el 2009, pintaba bien, pero, no caló, ya se sabe que cualquier tiempo pasado siempre fue mejor y al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver.
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