El otro día volvieron a dar “Soy leyenda” por la tele. En su día me gustó mucho, la segunda visionada más, no recordaba detalles, por cierto, que voy a espolear a saco así que, si hay alguien que todavía no la ha visto, que se detenga por aquí sino quiere que le chafe la película, eso sí, se la recomiendo encarecidamente, puede resultar algo difícil porque el único personaje es el protagonista pero Will Smith llena absolutamente toda la pantalla, no le hace falta mucho más, un perro por aquí, un maniquí por allá, un cervatillo, y algún que otro zombi claro.
El caso es que no recordaba que el perro moría hacia la mitad de la película, cuando lo vi pensé, ¿y ahora cómo sigue?? No me acordaba de que llegaba la chica con el niño, pero, eso no es lo importante, ellos son simplemente los mensacas de la peli, lo realmente importante es la visión que hace de los zombis, nada de ir arrastrándose con los miembros medio arrancados, tontos, y moviéndose a cámara lenta pero, sin detenerse, buscando carne fresca que devorar.
Aquí nos presenta a un zombi listo, y lo mejor, con sentimientos, Will Smith atrapa a una de los suyos para experimentar con ella y conseguir la cura, claro que, es muy probable que la “cobaya” muera en el intento pero, da igual, es un bicho malo, su destino ya estaba escrito, el caso es que, el zombi le echa una mirada fulminante cuando Will Smith se la lleva como diciéndole: “chaval, has metido la pata, vas a morir entre terribles sufrimientos, te vas a enterar!!”.
Y vaya si se enteró.
por cierto hay un final arternativo algo vomitivo...
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