Empezamos
genial, nueva introducción al
capitulo, esta vez de la mano de Mickey.
Fiona es libre,
después de estar meses sin poder salir por la noche ahora ya puede hacer lo que
quiera y lo primero que hace es quitarse el aparato con un destornillador,
porque es domingo, está cerrado y no piensa estar ni un segundo más con eso en
el tobillo. Después va corriendo a su
jefe para mostrárselo, está claro que siente algo por él, porque no es el
típico chico del que se prenda de ella y le va detrás sino que tiene unos
valores y una posición que hace que no quiera hacer nada con Fiona.
Ian va a un
funeral de un compañero que ni si quiera conocía, pero como está en sus altas
de bipolaridad, pues va porque le da la gana, así que Mickey que ahora va de
novio perfecto decide acompañarle porque es lo que se supone que tiene que
hacer, lo que mola es que mientras que intenta actuar bien con Ian, a la vez
actúa mal con su hijo porque no quiere llevárselo al funeral. Ya vamos viendo
como Mickey se está percatando de la
actitud de Ian.
Frank se entera de la estrategia de las
inmobiliarias y no está nada de acuerdo porque eso significa que todo su
barrio tendrá que irse muy lejos, porque no los quieren ahí. Pero si me tengo
que quedar con algo es con la referencia a los judíos que hace, de como se han
ido quedando con territorio ajeno y luego dicen que siempre había sido suyo. Es
curioso que una serie americana hable así de los judíos.
Sheila quiere
vender el piso y comprar una caravana porque no soporta la presencia de Sammi.
Por otro lado está Debbie que intenta
atraer a los chicos y no sabe como, así que con la ayuda de Svetlana se da
un cambio radical para parecerse más ala rusa. Que por cierto me he dado cuenta
que sigue teniendo el pelo pelirrojo.
Mickey piensa
con presión, sabe que no puede llamar a los Gallagher porque entonces van a llevar a Ian a un loquero y eso significa
que estará lejos de él, por lo que prefiere solucionarlo por el mismo y que
mejor que el matón Milkovich para idear un plan que contente a todo el mundo.
Porque ya ves, realmente a Mickey le importa poco que un puñado de feligreses
llamen maricas a los soldados, es que le da exactamente igual, pero se preocupa
por Ian y por sus reacciones poco lógicas, así que idea el plan perfecto.
Lip ahora es un obrero, por lo que se pasa
el día cogiendo piedras sin parar, se burlan un poco de él pero al final lo
respetan porque ha podido aguantar bastante bien, aunque en realidad es
mentira, está reventado en todos los sentidos y no puede ni con su alma. Todo sea por el dinero para salir de ese
agujero.
La reunión de
donaciones que hace el padre del hijo que donó todos los órganos es algo
bizarra.
EL plan de Mickey es fácil, que el
pastor sea pillado haciendo cosas muy gays, aunque él no se haya dado cuenta y
así poder amenazarlo.
Durante el
capitulo vemos como Fiona estaba contenta de no tener el dispositivo, pero
justo en su primer día, se mete en una pelea con un mal cliente, aunque intenta
ser una chica tranquila y pedirle una cita al chico que le gusta, que en este
caso es su jefe, el parece que va a decirle que sí, pero lejos de eso lo que
hace es huir de ella, porque se da cuenta que
Fiona es sinónimo de peligro, para ella y para él que no controla su
temperamento, ni sus acciones es muy problemático.
Fiona se da cuenta que no ha cambiado y que
sigue siendo la yonkie del caos que Sean le ha dicho que es.
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