Dos estudiantes de instituto se conocen en una fiesta. En el transcurso de este fin de semana, las cosas se vuelven mágicas, románticas, complicadas y divertidas, a medida que descubren lo que es caer en el amor por primera vez.
El film va todo
el rato de como dos adolescentes se conocen en una fiesta y empiezan a
filosofar de la vida, que es lo que quieren ser, que les hace feliz, como se sienten al respecto de X e Y y
demasiadas tonterías más que hacen que se acerquen cada vez más.
David está enamorado de la chica
perfecta y quiere declarase pero empieza a sentir algo por Aubrey, que es la desconocida con novio que también empieza a
sentir algo.
Los dos juntos
son muy inteligentes y todo a su alrededor es superficial y grotesco, vamos que
es de lo más cutre y salchichero todo.
Como en estas
películas, tratan el tema de la
virginidad y que no hay que perderla con un perdedor sino con alguien
especial porque aunque la primera vez
sea una mierda por lo menos es alguien a quien quieres o algo por el
estilo, explican.
Lo que más me ha sorprendido no es que se lo monten
solo con conocerse 43 horas y más cuando son vírgenes sino que realmente
nos muestran que perder la virginidad es un autentico asco, que no es ni bonito,
ni romántico y para nada es divertido, bueno no generalicemos, pero en las
películas siempre intentan explicar lo
genial que es y tampoco es tan genial.
El caso es que
creo que es lo que más me ha gustado de la película, que después de ese
encuentro no ha quedado la cosa bien.
Eso si, al final
todo el mundo feliz y comiendo perdiz, porque las parejas cuando empiezan son difíciles,
pero siempre se tiene que intentar, por lo que se queda con un 5, le pondría menos nota si no fuera porque me gusta mucho
Dylan O’brian, porque es demasiado hipster para mi.
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