domingo, 26 de enero de 2014

The Fast and the furious. A todo gas.





Con la muerte de Paul Walker, Jouseries se ha unido al grupo de ver todas las películas de coches, chicas con shorts y velocidades que acaban en muerte, es decir, las de a todo gas. (aquí podríamos hacer muchos chistes muy heavys sobre la muerte del actor)

Una misteriosa banda de delincuentes se dedica a robar camiones en marcha desde vehículos deportivos. La policía decide infiltrar un hombre en el mundo de las carreras ilegales para descubrir posibles sospechosos. El joven y apuesto Brian entra en el mundo del tunning donde conoce a Dominic, rey indiscutible de este mundo y sospechoso número uno, pero todo se complicará cuando se enamore de su hermana.

La película es del 2001 y en aquella época, por lo menos en este país, se llevaba mucho el tunning, garrulos, canis y ese mundillo donde tener el coche a punto y ponerse collares de oro extremadamente grandes mientras fardas de ser el más rápido en todos los sentidos estaba a la orden del día.

Por lo que esta película fue un éxito… pero aquí créeme que no ha sido así. Empecemos a despotricar de ella.

Por las noches todos los tuneados se reúnen en un almacén abandonado para hacer carreras ilegales, pero lo preocupante es ver como segregan a todos los actores, por su condición de origen, ya sean chinos, latinos, negros o americanos que estos últimos son los amos de todos.

El protagonista al principio es un espía pero luego se enamora de la hermana y empieza a ver que los tuneadores son gente respetable y que tienen sus sueños, son inteligentes y tonterías varias que se supone que hace que te caigan bien, pero en realidad lo que piensas es que son todos tontos y que siendo tan inteligentes no son nada listos.

Que no me creo que la gente le parezca guay, hacer carreras ilegales y que los protagonistas vayan a la cárcel, se maten a tiros y se peleen con chinos.

Vamos que no me ha gustado nada y la verdad es que no me apetece ver las otras cinco, pero lo haré todo sea para que el blog tenga un poco más de diversidad.

Para bien y para mal, consigues comprender que el protagonista acabe traicionando su trabajo, no solo por la chica, sino porque se siente identificado con el grupo, ya que él también es un loco de los coches.

Después hay curiosidades como la carrera de coches amateur, que hace Brian con el Ferrari desconocido, no soy una entendida del tema, pero creo yo que por muy bueno que sea el coche, si el conductor no es un especialista en carreras va a perder. Así que la publicidad barata sobre como han ganado a un Ferrari me parece muy absurda y sigo pensando que un Ferrari es mil veces mejor que cualquier coche, vamos los otros los han tenido que tunear y ese va así de fabrica.

Como la guinda del pastel, ha que comentar que la película no llega a ningún puerto porque no consiguen nada, ni la policía, ni Brian, ni el capo, ni el chino ni nadie, solo ser libres y poco más.

De momento a la película le voy a poner un 4, aunque creo que tal vez si la hubiera visto en su época le habría puesto más nota porque me parecería más original, pero la verdad es que no deja de ser la típica película que un chico quiere ver y se lleva a su novia para luego probar suerte y conseguir liarse con ella.

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