miércoles, 7 de agosto de 2013

Mitologia nórdica: Asgard



Hicieron los dioses un puente de la tierra al cielo, y lo llamaron Bifrost, aquello a lo que llamáis arco iris. Es de tres colores, y muy fuerte. Fue realizado con gran astucia y con más arte mágica que cualquier otra obra de artesanía. Pero fuerte como es, debe ser roto, cuando los hijos de Muspell saldrán hostigando y lo cruzarán, y nadarán sus caballos sobre los grandes ríos. Pero los dioses no son merecedores de reproche, pues es este un gran trabajo de habilidad: un buen puente es Bifrost, pero nada en este mundo es de tal naturaleza que puede resistir cuando los hijos de Muspell ataquen la tierra.

Cuando se hizo Asgard, Odín estableció gobernantes, y les pidió que ordenaran los destinos con él, y que dieran consejos sobre la planificación de la ciudad, que estaba en un campo llamada Ida.
Fue su primer trabajo hacer la sala en la que sus doce tronos se yerguen, más otro, el más alto, en el que se sienta Odín mismo.

Esa es la casa mejor construida de toda la tierra, y la mayor; por fuera y por dentro, todo es como una pieza de oro y los hombres lo llaman Gladsheim. Hicieron también una segunda sala: que era un santuario para las diosas, y era una casa muy hermosa, los hombres lo llaman Vingólf.


Después, hicieron una casa, donde colocaron una forja, e hicieron allí un martillo, tenazas y yunque, y por medio de ellas, todas las demás herramientas. Después de esto, forjaron metal, piedra y madera, y se forjó con tanta abundancia el oro, que tuvieron que hacer todos los cubiertos y todos los platos de oro; y a este tiempo se le llama la Edad de Oro.


Después de esto, los dioses se entornaron en sus asientos y se preguntaron si los enanos habrían despertado en sus moldes debajo de la tierra. Los enanos habían recibido por primera vez la forma y la vida en la carne del gigante Ymir, siendo entonces gusanos, pero por decreto de los dioses habían cobrado conciencia con la inteligencia de los hombres, y tenían forma humana. Y sin embargo, habitan en la tierra y en las piedras. Módsognir fue el primero, y Durin el segundo.

El fresno Yggdrasil es el más grande de todos los árboles y el mejor: sus miembros se esparcen por todo el mundo y llegan a lo más alto de los cielos. Tres raíces del árbol lo aguantan: una entre los Æsir y otra entre los gigantes de la escarcha en el lugar donde antes había el vacío abismal; y el tercero está por encima de Niflheim, y debajo de esta raíz se encuentra Hvergelmir, y la serpiente Nídhöggr roe la raíz desde abajo.


Sin embargo, bajo la raíz que llega a los Gigantes de la Escarcha está el pozo de Mímir, donde se guardan la sabiduría y la comprensión. Y Mímir está lleno de saber antiguo, pues bebe del pozo con cuerno Gjallar.


Allí fue Odín y ansiaba un trago del pozo, pero no lo consiguió hasta que no dio su ojo como prenda.


La tercera raíz del fresno está en el cielo, debajo de esta raíz hay un pozo sagrado, el llamado Pozo de Urdr; allí los dioses tienen su tribunal. Cada día, los Æsir cabalgan hacia allí a través del Bifrost.
Estos son los nombres de los corceles de los Æsir:
Sleipnir ("El Resbaladizo") es el mejor, de Odín, y tiene ocho pies. El segundo es Gladr ("Brillante"), el tercero Gyllir ("Dorado"), el cuarto Glenr ("El Corredor"), el quinto Skeidbrimir ("el que resopla mientras corre"), el sexto Silfrintoppr ("Crin de Plata"), el séptimo Sinir ("Musculoso"), el octavo Gisl ("Rayo”), el noveno Falhófnir ("Pezuña Peluda"), el décimo, Gulltoppr ("Crin Dorada"), el undécimo Léttfeti ("Pies Ligeros"), El caballo de Baldr fue quemado con el, y Thor va caminando al juicio, y vadea los ríos que se llaman así:

Körmt y Örmt
y los dos de Kerlaugs,
los vadea Thor
Cada día,
cuando va a su destino
En el Fresno Yggdrasill;
Por el puente de los Æsir
las llamas queman,
y las aguas sagradas gritan.

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