Josh y Nora deciden casarse un jueves cualquiera y Aiden les
prepara la ceremonia judía y el banquete, claro que no ha dicho nada de que la
noche anterior se lio con Kat, así que cuando ella aparece y se lo cuenta a
Nora, ella le defiende, supongo que porque sabe que al ser un vampiro pensará
que al despertarse con una humana tendría sed y quería huir para no comérsela.
Aidan y Kat se reconcilian pero tienen todo el problema de
Sally, así que tienen que deshacerse de ella, me encanta que en medio de toda
esta locura supernatural y mágica hay tiempo para reírse de las ocurrencias de
unos amigos, como llamar novia a Kat mientras Josh sonríe y Nora flipa con la
rapidez.
Como Sally va a morir y volver a ser un fantasma esta vez
Nora le ha comprado un montón de ropa para que se ponga lo mejor que tiene y al
volver a ser un fantasma ir bien vestida y no con el pijama.
Aidan le arranca el corazón a Sally, porque tanto él como
Josh van a ir a donde está Donna para matarla y así poder salvarla de una
muerte definitiva segura.
Sally intenta matar a Donna con el hechizo, pero no funciona
del todo, y mola muchísimo lo real que es cuando se asustan.
Josh lucha a muerte con Ray, matándolo por segunda vez, pero
él no muere.
Como era de suponer al final gracias al corazón y a no estar
sola consigue matar a la bruja, aunque es un poco absurdo porque no explican
nada, así que vuelven donde estaban, en la habitación de Sally y Josh y Nora
deciden casarse, porque la hermana de Josh les obliga.
Por ultimo, los votos de Josh son horriblemente malos, es
que no podía haber escogido peores palabras, para decir que ha llegado a Nora
por accidente, yo no le habría besado con esa emoción.
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