domingo, 26 de agosto de 2012

Batman: El Caballero oscuro, la leyenda renace


Creo que no hace falta realizar demasiadas presentaciones con respecto a esta película. La tercera parte de la trilogía del majete de Nolan, esta vez con nuevo villano y prometiendo un final realmente espectacular, pero, ¿realmente la película se merece todas las ovaciones que le han llovido? en lo que a mi respecta; NO. ¿Hace falta avisar de que se vienen SPOILERS como puños?

Se nos presenta un Batman que ya no es Batman, ahora es Bruce Wayne, no quiere trato con nadie ni con nada, solo quiere vivir tranquilo con su dinero en su mansión. Muy comprensible si entendemos que debe de tener el cuerpo como para tocar las castañuelas, de las múltiples fracturas y ejercicio físico exagerado de estos años como superhéroe. Esto mola. He escuchado críticas de gente diciendo que a la película le cuesta mucho empezar... ¿desde cuando una película lenta es sinónimo de algo malo? todo lo contrario, yo creo que Batman necesitaba esto: Un inicio lento, un motivo para volver a levantarse, una razón para retomar SU justicia. Y claro, esto, en media hora, pues como que no lo sacas. Aquí Nolan lo ha hecho bastante bien, lástima que, en lo que a mi respecta, sea lo mejor de la película, porque a partir de aquí la cosa va en decaída.

No voy a hablar sobre los personajes. No creo que estén mal escogidos, quiero decir, cambiaría algún detallito (me habría gustado que Bane fuera MÁS fuerte y MENOS nenaza) pero, en sí, esto no es lo que falla. La película peca de dos cositas; la primera: lleva el peso de una gran secuela y de un, no menos gran, villano. Esto se nota, ya que Nolan ha aprovechado esa atmósfera oscura que consiguió crear en su secuela, para esta última parte. Como diciendo:  "Hey chicos, esta no va a ser peor que la anterior solo porque no aparezca Heath Ledger, ¿VERDAD?". Pues lo siento, pero sí. La segunda es bastante obvia, es un fallo básico para todos aquellos que sepáis un poquito de cine y hayáis querido ver la película con ojo crítico, carente de amor: Los detalles. 

Sinceramente, no las tengo todas conmigo a la hora de echarle las culpas de este "error" a "las prisas", pero quiero creer (I want to Believe!) en Nolan, y en su buena fé, y quiero pensar que se le ha escapado de las manos algo que podría haber sido genial y que se ha quedado en mediocre por este factor. La película, como ya dije, empieza lenta, cuidando las formas hasta cierto punto, pero conforme avanza la cosa, se va perdiendo ese respeto hacia el espectador. Y es que, la confianza da asco, y eso es algo que Nolan en esta película aprovecha al 200%. "Ya conocéis a Batma, a los personajes y lo jodida que está Gotham con Bane, ¿VERDAD? pues no os fijéis en nada más", eso parece decirnos el director a lo largo de la última hora y media. Tira del sentimentalismo, de la emoción barata, de las ganas que DEBE de tener el espectador para volver a ver al enmascarado renacer. Y gracias a este "modus operandi" nos cuela una barbaridad de detalles locos que harían escandalizarse al mismo Scorsese. 

Por nombrar un par de ejemplos: El comisario cae en el alcantarillado, da dos pasos y encuentra la guarida del villano. A Batman le cuesta muchísimo, tanto que necesita la ayuda de una guía, incluso sabiendo por donde accedió su amigo a los subterráneos. Vale, acepto que esta está algo pillada por los pelos, pero, ¿que me decís de la siguiente? Wayne sale de un agujero en mitad de la NADA y aparece en Gothman, SIN MÁS. No se explica nada, no se alude a un "amigo fantasma" de Wayne, ni siquiera se hace referencia a algo a lo que el espectador se pueda agarrar. No, se nos toma el pelo, vilmente, jugando con la emoción del momento, "¡MIRA es Bruce Wayne en Gotham!" y nadie se pregunta por: A) Como ha entrado en una ciudad sitiada, B) Como se ha nutrido y preparado para este momento, C) ¿Quien diablos le ha ayudado y porque? Luego tenemos la escena en la que un grupo de terroristas se lanza sobre la marabunta de policías; ¿porque simplemente no les disparan hasta el exceso en lugar de lanzare a pegarse puñetazos? Absurdo.

Y es que el mejor calificativo que se me ocurre para definir este continuo desprepósito es, "absurdo". La punzada final la tenemos, además, en la escena que pone fin a la película. Por so no lo recordáis, os pongo en situación: Batman tiene una bomba ATÓMICA entre manos (no es lo mismo que NUCLEAR, googlead y veréis que la cosa  es mucho más jodida). Tiene menos de un minuto para huir de la ciudad, pero vamos a ser generosos y le vamos a dar 60 segundos, porque él es Batman y puede con todo. En algún punto del rodaje, un personaje exclama que la explosión de la bomba tiene un radio de 10 km (voy a asumir que ha tenido en cuenta la radiación residual además de la explosión en sí). Haciendo el cálculo fácil: Velociad = Distancia/Tiempo sacamos que la velocidad a la que Batman ha tenido que alcanzar, asumiendo un movimiento constante y sin aceleración es de unos 0,16 km/s (600 km/h multiplicando por  3600). Velocidad que no tiene nada que envidiar al Sikorsky X2 (412 km/h) uno de los helicópteros considerados como "más rápidos del mundo". Ok, industrias Wayne se ha superado (no veas cuanto) pero, ¿no podría Nolan haberle dado algo menos de 2 minutos? (reduciendo la velocidad del batcóptero considerablemente). Nos hemos dejado en el bote la posibilidad de que el cacharro pueda acelerar realmente hasta esta locura de velocidad, en cuestión de segundos, disponiendo de una especie de "nitro" o algo para propulsarlo. Podría ser pero yo en el metraje no lo entendí así, y mira que el gesto de pulsar un botoncito es fácil. En fin.

La gota que colma el vaso en mi colección personal del absurdo, es el total desapego que tiene Batman hacia la humanidad; quedan 60 segundo para que explote una bomba que va a borrar todo rastro de humanidad en 10 km, y coge el otro y se pone a liarse con Catwoman. ¿Que pasa Batman? ¿que no te importamos ya? ¿TE DA IGUAL QU MURAMOS TODOS O QUE?

En resumen, la película está bien. No mata, no perdura y no es una leyenda. A parte de la decepción que he sufrido, lo que más me duele del asunto es que creo que, sin quererlo ni beberlo, Nolan ha conseguido con su último film que todos aquellos a los que nos encantó El caballero oscuro nos cuestionemos si realmente la segunda parte era tan buena como película, o si solo era la presencia de Heath Ledger lo que la ensalzó.

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