Blair recibe los papeles de divorcio de Georgina pero no se decide a firmarlos porque le da pena dejar el título de princesa, algo con lo que había soñado desde siempre. Más tarde se entera de que el divorcio ha sido posible porque Chuck ha pagado el precio de la ruptura, que en principio dejaría en bancarrota a los Waldorf así que ¿cuánto dinero tiene ese hombre? No lo suficiente para invertir en The Spectator por lo que se ve.
Toda la trama de Diana, Nate y Lola es un poco aburrida. Básicamente Lola está celosa de Diana y acude a Serena para que le ayude. Al principio me ha confundido un poco porque pensaba que Serena quería pasarle el título de "it girl" para poder ella empezar una nueva vida pero al final resulta que Lola se estaba aprovechando de ella para vengarse de Diana, a lo que Serena reacciona y como es una envidiosa y no soporta que a los demás les salgan las cosas bien, le quita la popularidad a Lola mediante Gossip Girl.
A todo esto, la verdadera Gossip Girl se pasa todo el capítulo pidiéndole la contraseña para volver a ser la bloggera pero a Serena le gusta demasiado todo el tema este del chismorreo y planes maquiavélicos así que al final no lo hace.
Chuck se entera (otra vez) de que Elizabeth no es su madre y tampoco fue ella quien donó sangre y sigue investigando.
Me ha hecho gracia el final, cuando el grupo de niñas corren emocionadas hacia Blair, menuda ropa llevan en general, no hacía falta enseñar toda la paleta de colores en una sola escena.
Parece ser que en el próximo capítulo tendremos un reencuentro de todos los personajes porque la trama girará en torno a ellos. Hacía tiempo que no se les veía juntos, a ver qué sorpresas nos esperan.
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