Esta vez toca uno de zombies. Tal y como leéis. Resulta que nuestro caza demonios favoritos se encuentran en una ciudad en la que la gente está empezando a desarrollar una especie de impulso que les hace ser uso pasotas y, a la par, tener muchísima hambre. El paso final de la evolución es una especie de zombie hambriento ultra hormonado, con fuerza para parar un tren.
Sam, Dean y Bobi empiezan a investigar en la ciudad y su primera pista la obtienen cuando Dean se come el especial de la casa en el bar más frecuentado de la ciudad. Es un bocadillo que causa adicción y encima vuelve a Dean como tonto. Total, se llevan el bocadillo a casa y se dan cuenta de que si lo dejan un rato al aire acaba soltando un moco lila que es lo que causa ese síndrome en los humanos. Dean ahora está en desintoxicación y la verdad es que es muy divertido verle con hambre y con sus comentarios tontos el resto del capítulo.
Finalmente encuentran la guarida de los leviatanes que estaban experimentando con humanos para convertirlos en esclavos más fieles introduciendo esa substancia en la hamburguesa. Su objetivo es ahora liberar a Bobi que ha sido apresado mientras intentaba infiltrarse. Total, tras introducirse y luchar contra unos cuantos Leviatanes gracias al producto de limpieza aquel que los inutilizaba encuentran a Bobi y al que parece ser el jefazo Leviatán que no le afecta nada el producto de limpieza.
Tras un gran enfrentamiento consiguen huir, pero no sin que el jefazo les persiga vaciándoles un cargador entero en la retaguardia. Ya en la furgoneta todos parecen estar a salvo pero… BOBIE TIENE UN TIRO EN LA JODIDA CABEZA. DIOS, ¿¡QUE VA A PASAR?!
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