jueves, 13 de octubre de 2011

Supernatural 7x01



Ya tenemos de vuelta a nuestros cazademonios favoritos, emprendiendo una nueva temporada en la que el villano es ni más ni menos que… ¡¿Casstiel?! Bueno, las cosas no son tan sencillas como parecen.

Retomamos la serie donde la dejamos, con Casstiel sobresaturado de almas inocentes y con unos poderes cuasi divinos. Casstiel está desatado y, pese a perdonarle la vida a los protagonistas, se dirige a la ciudad a reventar a todo aquel que vaya en contra de los dictámenes de Dios, alias, curas pedófilos, criminales etc… pero no todo es tan fácil ya que Cass está sufriendo unos pequeños problemas de, digamos, incontinencia.

La cosa es que no puede soportar tantas almas en su interior así que, antes de desgastarse, pone un poco los puntos sobre las ies. Para empezar, le devuelve a Crowley su puesto como rey del infierno, para que mantenga a raya a los demonios. Luego, elimina a todos los ángeles que estaban revelándose contra Dios, y finalmente, se rinde ante Sam y Dean que no han podido hacer NADA durante todo el capítulo para evitar los múltiples desastres. Ni siquiera confabular con Crowley.

En este capítulo, el verdadero protagonista es el ángel casi caído, que se encarga de sembrar el pánico y la justicia por todos los reinos concebidos por la mente humana. Mientras tanto, Dean se encarga de reparar su querido coche, que fue destruido tras los incidentes de la anterior temporada y Sam está volviendo a sus locuras… Casstiel se ha negado a “arreglarlo” y ahora está empeorando, hasta el punto que llega a ver a nada más y nada menos que… LUCIFER!! Ha vuelto, y por cierto, que yo encantado. Aunque su papel sea el de una alucinación pero bueno, me recuerda mucho a la parte de Farscape en la que John Crichton empieza a alucinar con Scorpius, incluso manteniendo conversaciones con él.

Al final Cass se resigna y pide ayuda a nuestros amiguetes que convocan la puerta al purgatorio y liberan a todas las almas… a todas menos a los leviatanes, los nuevos enemigos de la serie, que son criaturas que llevan encerradas en el purgatorio desde tiempos inmemorables y que ahora se niegan a volver. El capítulo acaba con Cass poseído por estas criaturas (por cierto, el actor lo hace genial en esta parte, volviéndose ultra expresivo, todo lo contrario a lo que nos tiene acostumbrado el ángel) y repartiendo leña a nuestros compañeros… ¿Qué ocurrirá con Cass y estas criaturas que quieren escapar de su cuerpo? Lo veremos en el siguiente capítulo.

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