Death Billiards (OVA): Entre la vida y la muerte

Death Billiards es una OVA del estudio Madhouse, bastante experimental y que trata mucho de mostrar lo bien que sabe invertir dicho estudio en técnicas de animación. Tras ver los 25 minutos que dura la OVA, me quedé pensando seriamente sobre si realmente todo lo que había visto tenía una especie de significado profundo y muy retorcido, o si, en efecto, el corto estaba hecho puramente con fines artísticos y sin ningún doble fondo. 

Para todos los que queráis verla, solo necesitáis saber que Death Billiards trata sobre un duelo a muerte. Una partida mortal de billar entre un hombre joven y un anciano. Aquí podéis descargarla. Todo lo que añada a partir de aquí estará de más, así que, simplemente vedla y luego si queréis, volvéis por aquí para ver si coincidimos en algo. Por que a partir de ahora voy a hablar un poco de lo que yo entendí sobre Death Billiars, y claro, eso incluye muchos SPOILERS:

Obviamente la OVA deja muy clara unas cuantas cosas; la vida no es fácil, aunque puede resultar mas asequible para según que tipos de personas. Todo lo resume muy bien el joven, cuando gana la partida y se ve obligado a cruzar su puerta correspondiente. Según que amistades hagas, según que elecciones tomes, todo esto se reflejará en tu vida, pero no de una manera proporcional a tus actos. Todo es cuestión de suerte. Estas palabras parecen emocionar al barman el cual reconoce la pasión de vivir en el joven y le invita a dar un paso más hacia su destino ya que, efectivamente, tanto él como el anciano están muertos y no pueden quedarse en el limbo para siempre.

Muy bien. Ahora hablemos un poco de lo que no queda tan claro. El joven obviamente parece ser el peor de ambos personajes, ya que es impulsivo, manipulador y padece de los defectos propios de la juventud. Sin embargo, parece que ha vivido una vida más plena que el anciano, al cual por lo visto le fue todo rodado en la vida, llegando incluso a ser un matón de instituto en su juventud. Sin embargo, ambos están en las mismas condiciones, y han muerto bajo unas circunstancias parecidas, o al menos eso es lo que se nos deja caer. Pero entonces, ¿Por que el barman confiesa que ya contaban con las habilidades del anciano y que supondrían que el joven iba a perder? ¿por que el anciano parece formar parte de todo aquello? ¿será por que la edad le hace más partícipe o consciente de la situación en la que se encuentra? 

Mi teoría sobre el final es la siguiente: El joven deja fuera de juego al anciano y termina la partida, rompiendo las espectativas del barman. Por lo que yo entendí, esto le supuso el infierno, ya que si hubiera aceptado humildemente la derrota o hubiera luchado con todas sus fuerzas hasta el final, quizás hubiera ganado o perdido, pero el resultado habría sido más natural, más correcto. Lo que nos lleva al anciano: este personaje es todo un misterio. Se presenta como alguien débil y acaba siendo un adversario digno de temer. Alguien que se aprovecha de sus apariencias en su favor. Esto no tiene por que ser malo, pero, partiendo de las palabras del barman asumimos que iba a hacer uso de esta técnica para vencer al joven, ganándose su puesto en el infierno pecando de soberbia. Finalmente, el anciano le dice unas palabras al Barman que, asumo que esto es algo que todos hemos pensado, podrían venir a ser algo así como "déjame tomar su lugar". 

Agarraos los machos que llega la conclusión de todo: Cuando al fin la partida se decide es donde empieza el verdadero lío. Si nos fijamos bien en los ascensores que toman nuestros protagonistas podemos obtener un par de pistas sobre sus respectivos destinos: una cabeza similar a un demonio o Tengu y otra más parecida a un humano asoman a modo de indicadores. El anciano toma la primera mientras que el joven la segunda. Cuando las puertas se cierran, una sonrisa de placer sádico asoma en la cara del viejo. Mi teoría es que, al haber tenido una vida relativamente sencilla, exenta de obstáculos y dificultades,  el hombre toma su muerte como un nuevo comienzo; eligiendo el infierno se garantiza un lugar en el que obtendrá de todo menos facilidades. Un último reto. El joven, desholado por haber muerto en circunstancias tan fortuitas y además humillado en el limbo, no artícula palabra ni gesto. Asumo que su destino es el cielo, un lugar que quizás no se merezca por su actitud en el purgatorio, pero que tampoco puede serle asignado por una decisión tan precipitada. Y es que, en situaciones tan extremas, la pasión por vivir, puede arrastrarnos a confines muy oscuros. A menos que ya nos hayamos cansado de la vida misma.