Puesto que la semana pasada no publicamos capítulo de Pretty, hoy vamos a hacer una review de los dos juntitos, el de la semana pasada y el de ésta. No os preocupéis, no pasó nada excesívamente intrigante ni demoledor, se entiende que tras un final impactante como fue la explosión en la casa de Tobby, han tenido que bajar un poco el ritmo.
No haré distinciones de lo que ha pasado entre un capítulo y otro, simplemente me voy a limitar a exponer los hechos y a dar mi opinión, como siempre vaya. Y es que, la serie está tomando un giro sospechósamente interesante. La vuelta de Ali puede que consiga darle algo de vida la serie si las cosas siguen tal y como estoy pensando. Por lo pronto, comentemos cositas:
Tras la explosión en la casa de Tobby, nuestras mentirosas se muestran reticentes a darle bola a Ali y no saben muy bien que está pasando. Solo una cosa está clara, A ha vuelto. Hanna es la que menos ganas tiene de reirle las bromas a la autoproclamada jefa y es que con la vuelta de Caleb a la ciudad (al que todas odian sin ningún tipo de sentido) la rubia empieza a plantearse las cosas. Tanto es así que deja a Travis y empieza a tontear con su ex, el cual viendo que sufre por culpa de Ali le canta las cuarenta a la lider, cosa que no parece sentarle muy bien. La relación entre Hanna y Ali ha pasado de ser tensa, a ser mala, lo cual es lógico, ¿quien a día de hoy aguanta a Ali? no hace 10 capítulos que es protagonista y la quiero muerta.
Lo cual nos lleva a Emil: al fin alguien le dice en la maldita cara que es un perrito faldero de Ali. Vaya, que le chupa el culo 24/7. Ya me caía mal desde hace unos cuantos capítulos pero es que ahora es lo más insoportable como personaje principal. Su única motivación es esconder sus verdaderos sentimientos y poner caras muy serias en cualquier momento. Lo siento, no la trago. Dejando de lado a Emily, pasamos a Spencer la cual tiene problemas bastante mas serios que el resto de sus amigas (bueno quizás Aria es la única que la empata). La madre de Spencer se ha dado cuenta de que su marido, alcohólico empedernido, no es agua clara y quiere el divorcio. Tras vivir una temporada breve en un hotel, ambos hablan y el que se larga de la casa es él. Al principio incluso Spencer sospechaba que fuera el asesino de Bethany pero luego se le apartó del punto de mira. ¿Por que nadie es capaz de señalar a Melissa que es la más sospechosa de toda la serie?
Aria ahora mismo se encuentra divida. Quiere volver con Ezra pero sabe que lo que le hizo es una jugarreta de lo más feota. Pero bueno, el profesor está intentando redimirse y parece que poco a poco lo consigue así que, de momento se lo vamos a perdonar. Ahora Aria está trabajando en Radley, la institución mental, para poder sacar algo de información sobre la chica que enterraron en la tumba de Ali. Desgraciadamente, Eddie Lamb, el único tipo amable de toda la serie parece que oculta algo más y no se lo va a poner tan fácil. Aria consigue un cuaderno de dibujo de la excompaera de cuarto de Bethany y en él ella y Spencer encuentran dibujos de lo que parece ser la madre de Tobby. ¿De verdad van a enlazar la trama del a madre de Tobb con el asesinato de Bethany? no se si reir o llorar.
El capítulo acaba con un final brutal donde todas las mentirosas menos Hanna reciben un sms de A en el cual se la acusa de tener la boca muy grande. Obviamente, Hanna podrá culpar a la amiga de Emily de estar en el team A pero, no es eso lo que importa. ¿Será Ali tan rastrera como para echar a Hanna del grupo aprovechando la situación? si es así, esperemos que arda fuertemente en el infierno. En otro orden de cosas, el giro que ha dado la serie me ha gustado bastante, no solo por tener a una de las chicas en contra de las demás sino por el de tener a dos antagonistas: A y Ali.
Os dejo con la preview del próximo capítulo:
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