De verdad que esta ciudad no gana
para pagarse los trajes que siempre se ponen en todas las fiestas que
organizan.
Esta vez se trata de una fiesta para
que las brujas bendigan a los mortales y por esas bendiciones consiguen
regalos. Las tres adolescentes se ponen a rezar de una forma muy rara y acaban hablando con los
espíritus de que es el momento de matar a Genavieve para acabar con la
cosecha.
Klaus está jugando a mil bandas así
que está claro que la jugada le va a pasar factura seguro, pero de momento
intenta llevarse bien con los hombres lobo porque necesita saber que piedra lleva su anillo, también intenta llevarse
bien con la bruja porque la necesita para curar al sacerdote, pero por las
espaldas juega con todos pero no tiene idea de nada.
Elijah está más perdido que, lo
siento por la expresión, un hijo puta el día del padre, no se entera de nada y
de todos con los que habla para hacer la fiesta, de los únicos que sospecha son
de los lobos, porque está Hayley allí y
está completamente hechizado, pero de los vampiros y los humanos que
claramente también traman algo, si que se fía.
Como por ejemplo Marcel, que intenta
volver a tener su ciudad, pero que es completamente estúpido todo lo que
intenta hacer, es como un niño que quiere ser astronauta pero lo único que hace
es soñar con eso sin hacer realmente nada, porque tampoco tiene los medios.
Hay
que matar a la hija de Klaus para que los espíritus estén contentos con las brujas, a ver si tenemos suerte y
la hija sobrevive pero la madre muere.
No hay comentarios:
Publicar un comentario