Que ironía de la vida que justo el capitulo que va de relojes, puntualidad, cronómetros
y precisión, vaya con retraso en la voz y en los subtitulos!
Oliver sigue sin hablar con su madre
y Thea lo nota pero no sabe porque es así que de momento no se mete mucho. Lo
mismo le pasa a Lance que no se quiere
meter en la pelea de sus hijas, mas que nada porque está pensando en recuperar
a su mujer ahora que todos están vivos.
Felicity
tiene celos de Sara,
de un poco de todo, que sea tan buena con la lucha, que conozca a Oliver de antes, que hayan pasado por
tantas cosas juntos, que estén juntos, porque aun siente algo por él y teniendo
en cuenta que Flash de momento no
reaparece pues seguirá coladita por su jefe.
El malo de este capitulo no es otro
que el omnipotente T-Bag, le debería llamar por su nombre real, pero es que ese
personaje ha calado hondo y todo el mundo lo conoce más por T-bag que por su nombre. El caso es que
es el relojero, tiene un nombre en los comics
de DC, es más cuando me enteré de la noticia lo twiteé en twitter, pero ahora mismo no me sale su
nombre de villano.
En la cena familiar de los Lance, Sara se presenta con Oliver,
todo parece que son amigos hasta que Laurel ve como se miran y alucina, la
verdad es que tiene razón, yo también alucinaría que mi hermana no solo me
quita el novio una vez, sino que cuando vuelve de la muerta, vuelve a irse con
el mismo tío que meses atrás había vuelto conmigo
y lo dejó por la muerte de Tommy.
El pobre Lance se pensaba que volvería con su mujer y resulta que
la mujer ya tenía otra relación. La pelea entre Oliver y Laurel es bastante bestia, teniendo en cuenta que la chica
está en su peor momento,
De la isla nos muestran un trozo de Sara, justo cuando viene un avión y se
estrella, el piloto muere pero antes le dice que tiene una hija y que por favor
si sale de la isla cuide de ella, por lo que Sara es lo que hace, la hija no es otra que Sin.
Slade
y Oliver por fin se vuelven a ver las caras.
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