domingo, 15 de diciembre de 2013

Fin de curso, PROM


En este blog se ven películas buenas, películas malas y luego estas películas que no verías ni un domingo por la tarde en tu peor momento, a no ser que seas una adolescente… pero como estoy en pleno descubrimiento de Shameless, vi que en esta, aunque sea poco aparecía Cameron Monaghan, por lo que decidí darle la oportunidad, solo para verlo cuando empezaba la primera temporada de Shameless.


El baile de graduación se acerca y las historias entrecruzadas del instituto están a punto de alcanzar su punto culminante. Algunas relaciones acabarán y otras empezarán...



Como podéis esperar es una película horrible, así que no hay mucho más que decir. La protagonista, chica rubia popular que es perfecta en todo y que encima intenta llevarse bien con todos los grupos sociales que existen en el colegio, porque la fiesta de final de curso no importa de que grupo seas, lo que importa es que acabas el instituto. Si claro! Y yo me lo creo.

El largometraje es sosa desde el principio, se te hace más larga de lo normal tanto, que mientras la veía, hacia otras cosas con el ordenador y acababa teniendo la película de fondo.

No hay ningún tipo de atractivo en ninguno de los personajes, porque son todos iguals de frikis en el peor de los sentidos.  El chico malo de turno es malo porque su familia tiene problemas económicos y sentimentales, así que tiene que hacer lo posible para poder traer comida en casa. QUE TÍPICO DE DISNEY.

Para decir algo a favor, la verdad es que no me esperaba que se fuera a incendiar los decorativos de la fiesta de graduación, aunque bueno sigue siendo típico el como consiguen hacer que el prom funcione.

La escena de los vestidos es estúpida, nadie en su sano juicio se enamora más de la tia yendo de compras.

La película se merece un 4, porque es mala a rabiar y cuando no es mala, me entra el mal humor porque la forma de actuar de los personajes como mínimo es de mal amigo y me refiero a los más pequeños que el pobre Cory es demasiado buen amigo para lo tonto que es el otro!! Que indignación.

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