Faltan 48 horas para la boda.
Están jugando a poker y Lily odia a Ted porque nunca les
regaló nada para su boda, pero cuando se lo dicen Ted les dijo que les
había regalado una cafetera, el caso es que todo era una increíble confusión
que acaba en Marshall queriendo darle una tarjeta de agradecimiento y Ted
comprando un nuevo regalo porque piensa que el suyo no llegó a su destino.
Por otro lado Robin no quiere escuchar las bromas del
hermano de Barney sobre lo malo que es el matrimonio, así que decide
apostar todo o nada a que si insulta tanto el matrimonio es porque echa de
menos estar casado ya que está divorciado.
Todo se lía mucho cuando Robin gana todas las partidas y
la familia Stinson se queda sin nada que jugar.
Si Lily se encarga de pegarle una patada después de la luna de miel de
Barney y nos muestra que así fue… es porque se han casado de verdad no?
La guerra entre madre y nuera empieza.
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