He decidido poner en este blog un poquitín de la mitología nórdica y de los vikingos, este trabajo no es mio, es de un amigo, que ha participado en este blog en alguna ocasión (Miquel) justo para hablar por ejemplo de Thor, por lo que podeis ver q le gusta mucho toda esta historia así lo que haya copiado o explicado con sus palabras no se muy bien en que porcentaje es, por lo tanto no me pidáis muchas referencias porque no las tengo.
"Primero fue la edad
cuando no había nada
Ni la arena ni el mar
ni las corrientes de aire
La Tierra no se encontraba
ni el cielo etéreo
Un enorme abismo,
pero hierba no había"
Muchos siglos antes de que se formara de la tierra existía el mundo de niebla, y en el centro, dentro de él, se encontraba la fuente llamada Hvergelmir, de la cual nacían los ríos llamados Svöl, Gunnthrá, Fjörm, el Fimbulthul, Slídr y Hríd, Sylgr y Ylgr, Víd, Leiptr y Gjöll.
Sin embargo, el primero fue el mundo en el sur, que fue nombrado Muspell, es luz y calor, brillante, ardiente e intransitable.
Y el que está sentado allí en el fin de la tierra para defenderla, se llama Surt, que blande una espada de fuego, y en el fin del mundo saldrá, y hostigará y superará todos los dioses, y quemará todo el mundo con fuego.
"Surt viene del sur
blandiendo una llama
En su espada brilla
el sol de los Dioses de la Guerra
Los riscos de roca se desmoronan
los demonios se tambalean
Héroes pisan por el camino al Infierno
El cielo se hunde."
Y sobre las corrientes llamadas Olas de hielo, que provienen de la fuente Hvergelmir, el turbulento veneno se endureció como la escoria que queda del fuego, y esto luego se convirtió en hielo, y cuando el hielo se detuvo y dejó de correr, se congeló más arriba.
Pero la llovizna que se levantó del veneno se convirtió en escarcha y la escarcha aumentó, helada durante helada, cada una encima de la otra, incluso en el Ginnungagap, el vacío abismal.
Ginnungagap, que encaraba la parte norte, se llenó de pesadez, de masas de hielo y escarcha, de llovizna y ráfagas de viento, pero la parte sur del vacío abismal estaba iluminada por las chispas y las masas incandescentes que salieron volando de Múspellheim.
Así como el frío y todas las cosas terribles surgieron del Niflheim, también todo lo que miraba al Múspellheim se convirtió en caliente y brillante, pero Ginnungagap era tan leve como el aire sin viento, y cuando el aliento del calor encontró la escarcha, esta empezó a derretirse y a gotear, y la vida se despertó de las gotas, por el poder que envió el calor, y se convirtió en la forma de un hombre.
Y este hombre lleva el nombre de Ymir, pero los Gigantes de la escarcha le llaman
Aurgelimir, y de él vienen las razas de los Gigantes de la escarcha.
Ymir era malvado, él y toda su estirpe. Se dice que mientras dormía, un sudor se apoderó de él, y creció bajo su mano izquierda un hombre y una mujer, y uno de sus pies engendró un hijo con el otro, y así se originaron las razas de los gigantes de la escarcha.
Inmediatamente después de que la escarcha goteara, surgió de ella la vaca llamada Audumla, cuatro chorros de leche brotaban de sus ubres, y de ellos se nutría Ymir. Y ella se alimentaba lamiendo los bloques de hielo, que eran salados.
El primer día que ella lamió los bloques, surgió de ahí el pelo de un hombre y el segundo día, una cabeza. El tercer día todo el hombre estaba allí. Se llama Buri: era de rasgos hermosos, grande y poderoso. Él engendró un hijo llamado Bor, que desposó la mujer llamada Bestla, hija de Bolthorn el gigante, y tuvieron tres hijos: el primero era Odín, Vili el segundo, el tercero Vé.
Los hijos de Bor mataron a Ymir, el gigante.
Donde cayó brotó tanta sangre de sus heridas que con ella se ahogó toda la raza de los Gigantes de la escarcha, salvo uno, quien los gigantes llaman Bergelmir, escapó con su familia. Fue a su barco, y su esposa con él, y allí estuvieron a salvo. Y de ellos han venido las razas de los Gigantes.
Los dioses tomaron Ymir y lo llevaron al centro del vacío abismal, e hicieron de él la tierra: de su carne se hizo la tierra; y los riscos y montañas de sus huesos; grava y piedras hicieron de sus dientes y de sus huesos rotos.
Y cuando se hubo formado y juntado la tierra, se hizo el mar de su sangre, que salía abundantemente de sus heridas, y se puso en un anillo alrededor de ella. Y tal es su magnitud, que la mayoría de los hombres dudaran antes de intentar cruzarlo.
Tomaron también su cráneo, e hicieron de él el cielo, y lo irguieron sobre la tierra con cuatro esquinas, y en cada esquina establecieron un enano: y los nombres de estos son Este, Oeste, Norte y Sur.
Entonces tomaron las brasas y las chispas que brotaron y que habían sido expulsadas de Múspellheim, y los pusieron en medio del Vacío, en el cielo, arriba y abajo, para iluminar el cielo y la tierra.
Asignaron un lugar para cada fuego: a algunos en el cielo, otros vagaban libremente debajo de los cielos, sin embargo, a estos también dieron un lugar, y les dibujaron caminos para que siguieran.
Se dice en las antiguas canciones, que a partir de estos días la historia de las edades fue contada.
"El sol no sabía
donde tenía un hogar;
La luna no sabía
qué poder tenía;
Las estrellas no sabían
dónde estaba su lugar.
Así fue antes
que la tierra se formara."
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