En verano siempre me da por ver
estas películas, por lo que dentro de poco veréis una gran variedad de ellas
llenar este blog los domingos, lo que pasa es que suelen siempre, siempre
decepcionarme y esta no es la excepción.
Un grupo de bailarines callejeros se pone en contacto con los alumnos
de un curso de ballet clásico para poder tener un local de ensayo y trabajar a
su lado. Su objetivo es ganar un campeonato de street dance. El contraste entre
dos maneras tan distintas de concebir el baile provocará roces entre los dos
grupos.
Tiene fallos por todas partes y no puede ser mas típica porque
entonces entraríamos en ciencia ficción.
Chicos que bailan Street Dance intentan hacer un grupo con
chicos que bailan Ballet, por lo que los grupos no se llevan demasiado bien
pero intenta hacer un buen trabajo, sobretodo cuando el grupo rival esta
compuesto por el antiguo jefe de su grupo. Más que nada porque se llamaba Jay 2.0, pero claro al irse
Jay, tuvieron que cambiar de el nombre por lo que le llaman “noseque que no me importa.”
Obviamente el Bailarín principal y la protagonista se lían, pero sabes que eso
no va a salir muy bien, no solo eso sino que encima te da toda la impresión de
que los bailarines no llegaran a lo mejor de sus puestos.
No se me ha parecido demasiado superficial y todo muy atropellado, no me ha
gustado NADA. Por lo que le voy a poner un 3 y la alegría de no haber
pensado ir al cine a verla. Por cierto, donde habrán puesto el 3D porque vamos es pagar más por menos.
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