Comienza el musical que todos estaban esperando y los protagonistas no tienen ni idea como transmitir su papel porque no han experimentado con sus parejas, es decir, los dos son vírgenes.
Rachael como es normal en ella en cuanto se da cuenta de la situación intenta hacerlo con Finn para poder experimentar algo pero es un fracaso, aunque no importa, porque al final se acaban declarando que quieren estar juntos para siempre y lo hacen.
Lo mismo pasa con Kurt y Blaine, este último quiere vivir experiencias nuevas, divertirse pero no lo hace porque Kurt es un soso, así que al conocer a un nuevo Warbler deciden ir a una discoteca gay, se lo pasa muy bien, pero la pareja acaba discutiendo, pero como siempre se acaban arreglando y también haciéndolo.
No me ha disgustado pero estoy un poco cansada de tanto sentimentalismo la verdad…
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