Supernatural, Final de temporada!

Tenemos ya aquí el final de temporada de la que iba a ser la última temporada de Supernatural. Por suerte para mí, no lo ha sido (además, un final de serie así habría sido muy WTF?!) pero las impresiones que me han dejado han sido algo contradictorias.

El doble capítulo empieza con el secuestro de la ex familia de Dean. Por cierto, se cepillan al nuevo marido de ella como si nada, y luego todos le ignoran, pobrecillo. Bueno, el caso es que el hijo pequeño de ella llama a Dean y le dice que las cosas no pintan muy bien. Dean intenta convencerle para que salte por la ventana pero por lo que nos dejan entrever, no sale muy bien la jugada y le pillan.

Todo ha sido una maniobra de Crowley, que intenta que los Winchester no se acerquen a él ni ni a su plan. Esto a Castiel no le acaba de molar un pelo, pero tampoco hace mucho por evitarlo. Los Winchester se ponen en contacto con Baltazar el cual les dice que hablará con Casstiel. Tras una conversación bastante sosilla con él, se da cuenta de que no es muy de fiar, así que cede y les revela a los Winchester el paradero de la familia de Dean.

La cosa está en que el no puede entrar en el edificio así que les toca ir solitos. Nada más entrar a Sam ya lo encierran. Dean se va cepillando uno a uno a los demonios que custodian a su mujer hasta que, finalmente, llega a ella y la libera. Pero oh sorpresa, un demonio se ha metido dentro de ella, así que poco puede hacer más que intentar exorcizarla. El demonio se hiere a sí mismo para evitar que Dean lo haga, pero él no cede. Aquí viene la parte más flipada del capítulo, el niño de 12 o 13 años, coge la escopeta que le tiende Dean y le protege mientras este carga a la mujer… pobre niño, que trauma. Cuando liberan a Sam, se van todos corriendo a un hospital porque a Baltazar no le da la gana curar a nadie (al menos no aparece por ningún lado).

Tras escenas emotivas en las que nos muestran a Dean muy dolido ya que su mujer parece que va a morir, aparece Casstiel, la cura y le borra la memoria a ella y a su hijo, por petición de Dean. Escena que da bastante penita, cuando Dean vuelve a hablar con ellos en el hospital y les comenta que se han chocado con él en un accidente y pide perdón y que se cuiden… con esto termina la primera parte: Dean quiere venganza, y Cass no le detendrá.

De repente todo es muy confuso. Sam está en el suelo y no recuerda nada de lo que ha pasado, ¿Qué demonios ocurre? ¿No iba Dean a comerse el mundo? Parece ser que la segunda parte del capítulo irá de Sam, pensamos todos. Y más o menos es así.

Efectivamente, la gran mayoría del capítulo trata de Sam, ya que, para evitar que Dean evite el plan de Crowley, le ha dejado en una especie de coma, eliminando las barreras de su mente y reencontrándose (todo esto, en su mente) con su yo sin alma. Es bastante interesante ver a Sam investigando en el mundo de los sueños y reencontrándose a sí mismo. Cuando elimina a su parte sin alma, esta vuelve a integrarse en él, y le comenta que falta una pieza por reunir.

Esta última es el Sam que recuerda todo lo sucedido en el infierno. Aquí Sam duda de si matarlo e integrarse con él o no, porque significaría recordar todo lo que sucedió allí… es decir, acabar muy traumatizado. Finalmente lo hace.

Mientras tanto, Dean y Bobby corren a evitar los planes de Cass, esperando que Sam se recupere por sí mismo. Cass, no lo duda y elimina a Baltazar al reconocerlo como un traidor, también rompe su acuerdo con Crowley pero, cuando parece que todo va a ir como él quería, Crowley reaparece junto a Raphael, y le da la oportunidad de huir o morir… Cass huye.

Ahora es Crowley el que va a poner en marcha el plan de abrir las puertas del purgatorio por sí mismo. Dean y Bobby no pueden hacer más que mirar. Por cierto que también llega Sam pero, no tiene un papel relevante en lo que sucederá a continuación y dará por finalizada la temporada.

El plan de Crowley parece no funcionar, así que Cass aparece y le comenta que la sangre que la ha dado es falsa y que el ya se ha encargado de hacer el plan por su parte… es decir, a abierto el purgatorio y a absorbido todas las almas que ha podido en su ser. Crowley no es tonto así que se esfuma. Por su parte, Raphael ruega por su vida pero Cass no perdona una, así que lo revienta al más puro estilo ángel, con luces blancas y eso, bueno más bien explota. La temporada acaba con Casstiel haciéndoles una confesión a sus amigos:

Ahora deberán alabarle a él por encima de a todos… Casstiel es ahora el nuevo DIOS.

No sabria deciros si esta temporada me ha gustado o me ha aprecido horrible, las demás estaban muy bien, pero esta era un poco relleno y salvo algunos capítulos muy memorables y otros muy interesantes, más de la mitad se los podrian haber ahorrado... por lo tanto sintiendolo mucho pero para mi esta serie ha bajado a un 5,5... cuando en sus tiempos mozos le habria puesto un 7 o 8...