Vuelven nuestras pequeñas misteriosas, y sinceramente, ¡yo ya las echaba de menos!
El capítulo es bastante frenético, muchas cosas por contar, muchos reencuentros y más sms misteriosos. Vamos a ver, todo empieza desde el punto donde las dejamos, tras el asesinato de Ian en manos de un misterioso encapuchado, la policía y las familias se reúnen en la iglesia para contemplar lo sucedido, es entonces cuando las mentirosas reciben un sms masivo de A, dejándonos claro que esto no es más que el principio.
Pues bien, nuestras amigas se encuentran bien, pero están algo afectadas, así que sus familias deciden llevarlas a terapia, prohibiéndole a Spencer volver a ver a Tobby. Esto de la terapeuta me ha gustado bastante, quiero pensar que esta temporada girará en torno a una persona más, es decir, que acabarán contándole el secreto y que les ayudará. La terapeuta, Ana, me ha parecido una versión más adulta de cualquiera de ellas, quizás han querido coger a alguien parecido para que se nos antoje familiar, no sé. El caso es que la primera sesión no es muy fructífera, así que la abandonan sin más.
También tenemos los temas amorosos, entre Aria y Ezra y (este me gusta más) Caleb y Hanna. El primero estaba bastante tocado, tras toda la historia de la ex de Ezra, y durante el capítulo se ve como Aria y este charlan e intentan arreglar las cosas pero no deja nada claro. Por su parte, Caleb le confiesa lo de la carta a Hanna y, pese a que esta no le concede otra oportunidad, corre a gritarle a Mona, por haberle ocultado la carta, cuando se descubre que Mona está saliendo con Noel, el chaval que chantajeaba a Ezra y fue expulsado (ahora readmitido) del instituto. La pareja Spencer y Tobby, pese a los impedimentos de las familias, sigue al pie del cañón, aunque debo confesar que me ha parecido ver algo extraño entre Tobby y Emili… ¿triángulo amoroso?
Finalmente, cuando se deciden a contarle a la terapeuta sobre lo ocurrido, resulta que descubren en la consulta un diploma que estaba antes en casa de Ezra, y, dándose cuenta de que A, les va un paso por delante deciden no contarle nada. Este incidente acaba por hacer que las familias prohíban a las amigas verse… pero, es justo aquí cuando el capítulo da un giro total: Spencer descubre un mensaje en el móvil de su hermana y consigue que todas se junten en la oscuridad de la noche, para descubrir que, la persona que está enviando esos mensajes es, nada más y nada menos que, IAN.
¿Qué demonios está pasando? No lo se, pero una cosa está clara, Pretty Little Liars ha vuelto igual de fuerte que se fue, y eso aquí en este blog, nos encanta.
Os dejo con la promo
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