La verdad es que si Aria no os apasiona, este capítulo nos os va a encantar precisamente ya que va casi íntegramente sobre ella. Eso sí, la parte más interesante la aporta como siempre Spencer...
Hanna y Emily están viviendo juntas pero no parece que empiecen con muy buen pie, ya que Hanna es, basicamente, un desorden continuo y a Emily esto no le va muy bien para estudiar. Sin embargo consiguen resolver, mas o menos, sus diferencias así que tampoco va a mayores.
En cuanto a Aria; sus padres invitan a comer a compañeros de la universidad, entre ellos a Ezra y también a Jason. Esto lleva a un número de situaciones incomodas Aria-Ezra-Jason que la verdad es que no se muy bien hacia donde van a ir a parar, pero al menos es un soplo de aire fresco para esa relación que ya se estancaba un poco en el aburrimiento. Finalmente los policias irrumpen en la residencia para avisarles de que Mike, el hermano menor, ha sido detenido por allanamiento de morada... es entonces cuando Aria revisa su habitación y descubre el jarrón de cerámica de Jeena que hizo cuando le confesó aquellas cosas tan íntimas en el cursillo de la universidad. Lo más sorprendente es cuando por fin el hermano confiesa que no ha robado de casa de sus amigas, y que el jarrón es de casa del oficial Garret. POR FIN se relaciona a Jeenna con el maldito policia.
Tobby ahora trabaja para el padre de Spencer, y, cual es su sorpresa cuando cabando en el jardín encuentra un trozo de un stick de hockey en el que pone "Hastings". El padre inmediatamente le reclama el trozo. Tobby se lo cuenta a Spencer y esta ata cabos, se da cuenta como esa podría haber sido el arma del crimen, empuñada por un Jason rabioso y decide evitar que su padre se deshaga de ella... no lo consigue. Lo mejor es cuando, en busca de respuestas, Spencer se cita con el oficial Garret para preguntarle sobre el arma y casi confesar lo que sospecha... en ese momento recibe un mensaje de Aria: NO PODEMOS CONFIAR EN GARRET, LLÁMAME. Mientras este le pregunta, "¿y bien? si Ian no es el asesino, ¿quien puede serlo?". INCREIBLE.
Hanna y Emily están viviendo juntas pero no parece que empiecen con muy buen pie, ya que Hanna es, basicamente, un desorden continuo y a Emily esto no le va muy bien para estudiar. Sin embargo consiguen resolver, mas o menos, sus diferencias así que tampoco va a mayores.
En cuanto a Aria; sus padres invitan a comer a compañeros de la universidad, entre ellos a Ezra y también a Jason. Esto lleva a un número de situaciones incomodas Aria-Ezra-Jason que la verdad es que no se muy bien hacia donde van a ir a parar, pero al menos es un soplo de aire fresco para esa relación que ya se estancaba un poco en el aburrimiento. Finalmente los policias irrumpen en la residencia para avisarles de que Mike, el hermano menor, ha sido detenido por allanamiento de morada... es entonces cuando Aria revisa su habitación y descubre el jarrón de cerámica de Jeena que hizo cuando le confesó aquellas cosas tan íntimas en el cursillo de la universidad. Lo más sorprendente es cuando por fin el hermano confiesa que no ha robado de casa de sus amigas, y que el jarrón es de casa del oficial Garret. POR FIN se relaciona a Jeenna con el maldito policia.
Tobby ahora trabaja para el padre de Spencer, y, cual es su sorpresa cuando cabando en el jardín encuentra un trozo de un stick de hockey en el que pone "Hastings". El padre inmediatamente le reclama el trozo. Tobby se lo cuenta a Spencer y esta ata cabos, se da cuenta como esa podría haber sido el arma del crimen, empuñada por un Jason rabioso y decide evitar que su padre se deshaga de ella... no lo consigue. Lo mejor es cuando, en busca de respuestas, Spencer se cita con el oficial Garret para preguntarle sobre el arma y casi confesar lo que sospecha... en ese momento recibe un mensaje de Aria: NO PODEMOS CONFIAR EN GARRET, LLÁMAME. Mientras este le pregunta, "¿y bien? si Ian no es el asesino, ¿quien puede serlo?". INCREIBLE.
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