martes, 3 de mayo de 2011

Sucker Punch


La película empieza algo extraña, con unos colores muy apagados y un toque rozando lo surrealista que descoloca, pero, en realidad, lo más surrealista está por llegar. Atentos a los SPOILERS que son gordos.

Sucker Punch nos cuenta la historia de una niña que, acusada de intentar asesinar a su padre y haber matado a su hermana (cuando en realidad ha sido su padre el que ha hecho esto) es llevada a una especie de manicomio donde se le ofrece, por tiempo reducido, cuidados y tratamiento. Digo por tiempo reducido porque en 3 días se le hará una trepanación, para los que no sepáis que es, se trata de un tratamiento que se estilaba muchísimo hace un par de siglos, y consta, básicamente, de machacarte un trocito de cerebro, situado detrás del nervio óptico (más o menos) dejándote totalmente inerte. Se pensaba que curaba trastornos psicológicos, y en realidad los cura, pero ¿acaso la muerte no lo hace también?

En el momento de dicha operación, se nos traslada a otra realidad, en la que las chicas forman parte de una especie de club de alterne y son obligadas a vender su cuerpo mediante numeritos exóticos y bailes. La operación formaba parte de uno de estos números. Nuestra protagonista es obligada a bailar para demostrar sus habilidades como recién llegada, si no sabe venderse, será devuelta a la calle o a un sitio peor. En el momento en que la música suena y ella se concentra, volvemos a saltar a otra dimensión: esta vez se trata de un pseudo universo samurai donde una especie de maestro espiritual le da sus armas, una katana y una pistola y un plan para escapar de su confinamiento.

Tras esto empieza un combate contra tres samuráis monstruosos y, cuando al fin les vence, nos damos cuenta de que en realidad, esa lucha, era su baile. Si, esos saltos de dimensiones no se dejan claro si suceden en un mundo paralelo o no, pero lo que está claro es que en el mundo “real” tienen sus repercusiones, así que lo que para nosotros era una lucha, para ellos era un baile perfectamente coreografiado y que deja a todos con la boca abierta. A partir de aquí se alternan secuencias en el mundo “real” en las que se planea como conseguir ciertos objetos necesarios para la huida con escenas baile/lucha (en realidad jamás se la ve bailar) en las que nuestras protagonistas deberán cumplir con diferentes misiones en universos bizarros.
El punto positivo de la película lo tienen estos saltos, esa forma de evadir la realidad que tiene la protagonista, trasladándonos a otro mundo, que no es más que una ensoñación del principal. Lo criticable son ELLAS. Lo siento, pero me quitan toda credibilidad, no puedo verlas matar a soldados enemigos sin pestañear sin pensar que en su vida han cogido un arma, no me las creo.

El final es algo extraño, tras unas cuantas peripecias mas, volemos a la realidad principal (la del manicomio) donde la prota se sacrifica para salvar a la última de ellas, la cual consigue escapar (sweet pea) y, cuando se encuentra a punto de ser descubierta, es salvada por el conductor de un autobús que resulta ser el maestro espiritual que las guiaba en las otras realidades… ¿coincidencia? Poco importa ya, porque la película ya se acaba a la par que a la primera chica le practican la trepanación y detienen a los encargados de que aquel manicomio fuera una locura (nunca mejor dicho), ella sin embargo, parece aliviada. Curioso, sin duda.
Bueno en definitiva esta película le voy a poner un 5, no es por despreciarla, por eso esta aprobada, pero no lo suficiente como para darle mas nota... pero entretiene eso sí!


Os dejo con el Trailer!

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